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ROSALÍA ARTEAGA SERRANO

 

Cuando asistía al reporte de los resultados de la Consulta Popular, realizada el pasado 4 de Febrero, no podía salir de mi asombro, no tanto por los temas de reelección o conformación del CPCCS o la relativa a la no reelección indefinida, temas controversiales y que obedecen a intereses políticos.

 

Mi asombro, preocupación y hasta consternación estuvieron dadas por el porcentaje de respuestas negativas dadas a la pregunta número 4 relativa a la no prescripción para los delitos de abuso sexual cometidos contra menores de edad, pregunta que además tiene el vivo referente de los recientes escándalos de delitos masivos cometidos en los recintos educativos de diversas ciudades del Ecuador, que han conmocionado a los diversos estratos sociales.

 

La angustia se transformó en rabia cuando vi que algunas jerarcas de la revolución ciudadana se jactaban y exhibían las papeletas en las que habían rayado todo no. En mi cabeza no cabe el que un tema como este sea espacio en el que los extremismos y los odios se hagan presentes. Pensé que tan solo los violadores, los pederastas, los que hacen parte de las redes de prostitución infantil podrían, en forma vergonzante, tomar una opción por el no.

 

Pero qué equivocada estaba!, ahora que veo los resultados definitivos, me encuentro con que el 26.47% de los ecuatorianos contestó que no a esta mencionada pregunta. Qué vergüenza! más de la cuarta parte de la población ecuatoriana, con seguridad muchos de ellos mujeres, rehusaron colocarse en el lugar de esos niños, niñas y adolescentes, acosados, violentados, abusados de las más diversas maneras; se negaron a asumir su responsabilidad para con las familias que sufren las consecuencias.

 

Me apena decirlo, pero el Ecuador perdió la oportunidad de decirle al mundo que aquí nuestra niñez es lo más importante, pero sobre todo de demostrarnos a nosotros mismos que los valores están por encima de cualquier situación política o de tipo personal.

PENSÉ QUE SERÍA EL 100%

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