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¿Y QUÉ CON LOS TLC ECUATORIANOS?

El Tiempo

3 de julio de 2012

 

La firma del tratado de libre comercio entre la Unión Europea y Colombia, vuelve a poner sobre el tapete de la discusión la situación comercial del Ecuador, sobre todo frente a vecinos bastante proactivos en este sentido, tanto Colombia como Perú cuentan ya  con tratados de libre comercio con los Estados Unidos, y Perú se apresta a celebrarlo también con la UE.

 

Las relaciones de los países se basan en buena parte en su quehacer comercial, y se vuelven más firmes y sólidas, cuando están cimentadas en acuerdos que le permitan el desarrollo de sus pueblos, abriendo espacios para el progreso que deviene de la posibilidad de exportar sus excedentes y comprar aquello que necesitan sus miembros o ciudadanos.

 

La posibilidad de tener acceso a grandes mercados, con poblaciones numerosas, y gozando de un trato arancelario privilegiado, es lo que parece en buena parte explicar el desarrollo que los vecinos, tanto del norte como del sur disfrutan; y este beneficio para los países con los que colindamos, puede volver más frágil y vulnerable la economía ecuatoriana, que no tiene tratados de libre comercio significativos y que verá como los productos similares que producen sus vecinos, llámense flores, café, cacao u otros, entran de manera mucho más fácil en los mercados a los que hemos hecho referencia.

 

El Ecuador está sufriendo de una especie de aislamiento voluntario, con la excepción que ciertos aliados del ALBA le ofrecen y alguno que otro país que anda a la caza de las materias primas, sin que esto le signifiquen negociaciones ventajosas para nuestro país, que finca su desarrollo solamente en los inestables precios del petróleo, sin darse cuenta que con este tipo de políticas ubicará al país a la saga del desarrollo de los países de la región.

Si sabemos que un Tratado de Libre Comercio, reduce los aranceles para el intercambio de bienes entre las partes; no firmarlos, redundará en un perjuicio real para los productores ecuatorianos. Más aún si Perú y Colombia los han firmado, y ni se diga en relación a países como Chile, que nos llevan una larga delantera en estos temas.

 

La política económica internacional ecuatoriana, debe analizarse a profundidad, para que así pueda enmendarse lo que se ha hecho mal y ser más proactivos en lo que se ha dejado de hacer o se ha manejado con excesiva lentitud.

 

Y no nos referimos tan solo a los productos de primera necesidad o a las materias primas. Ecuador tiene creadores en informática a quienes debe estimularse, puede diversificar su oferta de productos en base al café, al cacao y a otros productos tropicales, tiene una vocación textilera que los otavaleños si han sabido aprovechar. En fin, tiene posibilidades que no pueden dejar de utilizarse por razones de orden político o ideológico.

 

 

ROSALÍA ARTEAGA SERRANO.

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