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Y LLEGÓ EL DÍA

El Tiempo

7 de abril de 2014

Si, este próximo nueve de abril, apenas unos pocos días antes de la celebración del día del maestro ecuatoriano, se realizará la solemne premiación de los mejores maestros ecuatorianos y latinoamericanos, en ésta, que es ya la Sexta Edición del premio a la Excelencia Educativa a nivel nacional y I Internacional.

 

Veremos a los maestros finalistas desfilar por la pasarela roja, con los mágicos acordes de la trompeta que entona los ritmos solemnes, sentiremos sus vibraciones y la emoción que embarga, no solamente a los maestros que le han dedicado tiempo a poner por escrito sus experiencias en las aulas, sino también al público que se congrega para aplaudirlos.

 

Es que nunca, o casi nunca, se reconoce la labor abnegada de los buenos maestros, es que generalmente se los ha dejado al final de la escala social, tanto en remuneraciones como en presencia en la sociedad en la que desempeñan sus actividades.

 

Este vacío se encuentra empeñada en llenar la Fundación para la Integración y Desarrollo de América Latina, FIDAL, que organiza los concursos de Excelencia Educativa, teniendo en mente dos objetivos fundamentales, ayudar a mejorar la calidad de la educación en el país, y ahora en América Latina, y también elevar la autoestima de los maestros, que necesitan ser empoderados, estimulados, valorados por su entrega y por el papel fundamental que juegan en la formación del talento y de los valores fundamentales.

 

Pero también FIDAL galardonará en la solemne ceremonia, a las personalidades e instituciones, tanto a nivel nacional como internacional, que han dedicado su vida a mejorar la educación, a brindar soluciones, a generar espacios. Por ello, serán premiadas la Fundación Odebrecht, por el maravilloso trabajo que realizan sus personeros en el estado de Bahía, en el Brasil, y la policía, también brasileña, la mayor Priscilla de Oliveira, pacificadora de las favelas en el estado de Río de Janeiro, y el maestro Favio Chávez, generador de la orquesta de instrumentos reciclados de Cateura, zona muy pobre de Paraguay, y también Ernesto Rodríguez Abad, docente universitario, creador del Festival de Cuentos de Los Silos, en un hermoso pueblo de las Islas Canarias.

 

Ellos son ejemplo de dedicación y de entrega, así como el cantautor ecuatoriano Ricardo Williams, el maestro de la acuarela Oswaldo Muñoz Mariño, el sacerdote Juan Botasso, italiano de nacimiento y ecuatoriano de corazón, el maestro e investigador otavaleño Plutarco Cisneros, a quienes también FIDAL reconocerá por su trabajo taumatúrgico en favor de la educación.

 

El esfuerzo de decenas de maestros ecuatorianos, será reconocido en la ceremonia solemne que se llevará a cabo el día 9 de abril en el Centro Quórum del Paseo San Francisco, en Cumbayá, en las inmediaciones de Quito, y queremos aprovechar la generosidad que se nos permite a través de esta columna, para invitar a todos quienes creemos en la educación, a ser parte de esta fiesta del espíritu, y maravillarnos de lo que la tenacidad y el esfuerzo de los maestros, consigue.

 

 

ROSALÍA ARTEAGA SERRANO.

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