UN PEQUEÑO PASO
El Tiempo
22 de julio de 2014
Hace 45 años, luego de varios intentos, no siempre exitosos, finalmente el ser humano puso su pie en el territorio lunar, le correspondió a Neil Armstrong, el mítico y legendario astronauta norteamericano, el ser protagonista de esta gesta, por ello es que su famosa frase : "Un pequeño paso para un hombre, un salgo gigantesco para la humanidad", cobró tantos vuelos, y se la reproduce siempre que se habla de la conquista del espacio.
Este afán de navegar al espacio, de arribar a los otros planetas de nuestro sistema solar, e inclusive arriesgarse hacia más allá del mismo, aparecen como sueños recurrentes para los seres humanos y sobre todo para las grandes potencias, que, durante la guerra fría, enfrentaron a las dos naciones más poderosas de ese entonces, los Estados Unidos de Norteamérica y a la hoy extinta Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, en una especie de carrera espacial.
Parecía que esa conquista iba a realizarse en un tiempo relativamente corto, dado el impulso que los dos países le pusieron a sus equipos técnicos, a sus astronautas, a los proyectos que intentaron plasmarse, pero no fue así, y hasta más bien se ha vivido un estancamiento en esas aspiraciones, lo que si podríamos decir que constituyó un excelente resultado de estos esfuerzos, fue el avance en las telecomunicaciones, que tuvo un desarrollo prodigioso y vertiginoso, a raíz de la colocación del primer satélite de telecomunicaciones, con lo que diríamos que la era global tuvo una trascendencia mayor y los seres humanos pudimos gozar de un auge en las comunicaciones absolutamente vertiginoso.
Sin embargo, en los tiempos actuales, se están dando unos pasos importantes, sobre todo desde el sector privado, que anuncia los vuelos espaciales comerciales, y hay quien publicita los viajes a Marte sin retorno; sea que estos anuncios tengan cabida o no, si sabemos que a los motivos de conquista, de dominio del espacio, se suman ahora los requerimientos urgentes de búsqueda de agua en los otros planetas, pero también se habla de planetas de diamantes, de lluvia de diamantes en Júpiter y en Saturno, podemos prever que estas campañas cobrarán nuevos impulsos.
Sabemos que la codicia es la que ha movido a la humanidad en sus descubrimientos y conquistas, quien sabe si ahora ésta sirva de acicate para el encuentro de fabulosos diamantes, de planetas en los que abundan estos elementos preciosos. Tal vez ahora sí hablaremos con mayor frecuencia de la conquista del espacio exterior y podremos asistir a descubrimientos cada vez más fabulosos e impensados.
Lo importante es la capacidad del ser humano por alcanzar sus sueños, así como la creatividad, la inventiva que se ponen al servicio de la satisfacción de sus deseos, lo que significará también que la ciencia, la tecnología, la innovación, seguirán
ROSALÍA ARTEAGA SERRANO.