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RECONOCER A LOS MAESTROS

El Tiempo

Abril de 2016

 

Abundar en la importancia que tienen los maestros para el mejoramiento de la calidad de vida, para el progreso y desarrollo de los pueblos, parecería una innecesaria repetición, pero, considerando lo que ocurre en el Ecuador, en América Latina y en buena parte del mundo, se requiere hacerlo y además divulgar a los cuatro vientos los logros, los avances, los esfuerzos que se consiguen en las aulas y aún fuera de ellas y que tienen una repercusión directa en los alumnos.

 

Esta es una de las tareas que ha asumido la Fundación para la Integración y Desarrollo de América Latina desde hace ocho años, de una manera sostenida se empeña en reconocer a aquellos maestros innovadores, pero también a quienes persisten en su trabajo tesonero al frente de grupos humanos tan vulnerables pero tan promisorios, como son los niños, los adolescentes, los jóvenes.

 

Así, se ha instaurado un premio y se entrega a los ganadores del concurso de Excelencia Educativa convocado por Fidal, la denominada estatuilla Nöus, representativa del Conocimiento, que, junto a otros estímulos como libros, equipos tecnológicos, becas y viajes, forman parte de una extraordinaria ceremonia en la que lo que se premia es el esfuerzo de quienes tienen la tarea fundamental de enseñar y a ello dedican su vida, y no lo hacen de manera rutinaria, sino que ponen en su trabajo la mente y el corazón.

 

En este sentido, cabe destacar que no son siempre los profesores de las grandes urbes o quienes tienen todas las facilidades de infraestructura física y tecnológica, quienes se llevan los premios y los reconocimientos, sino son muchas veces los maestros y maestras de escuelas rurales, urbano marginales, de urbes pequeñas, quienes demuestran un esfuerzo considerable que es digno de encomio y reconocimiento.

 

Claro está, y vale la pena relievarlo, que buena parte, la mayoría de maestros de educación básica y media, son en realidad maestras, es decir mujeres que comparten con sus estudiantes las preocupaciones, los anhelos, las ansias por aprender y son las que guían a sus educandos en ese descubrimiento del mundo que significa la educación.

 

El pasado 13 de Abril, en una gala llevada a cabo en la Casa de la Música, Fidal reconoció a los maestros y a quienes, por su trayectoria de vida también han demostrado ese compromiso para con la sagrada tarea de guiar, de educar, de enseñar.
 

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