QUE DEJEN LOS QUINDES EN LA NNUU
El Tiempo
6 de diciembre de 2011
Las fiestas de Quito han visto un espectáculo que ha llamado la atención de los transeúntes, se trata de una miríada de colibríes tomándose una de las amplias veredas de la avenida Naciones Unidas. Estos picaflores en tamaño gigante, realizados por una serie de artistas plásticos, sobre la base de diseños en fibra de vidrio, han constituido uno de los importantes atractivos durante estos días.
A semejanza de otras ciudades del mundo, que han querido llenarse de arte simbólico en sus calles y plazas, en las que se podía observar a vacas, caballos u otros animales pintados, Quito lo ha hecho con un ave que de alguna manera representa la riqueza de la biodiversidad ecuatoriana, con los bellísimos pájaros, algunos verdaderamente diminutos que suelen presentarse en los diferentes jardines y bosques, para beber de las flores su alimento.
Entre los ecuatorianos, además de conocerse a estos pájaros como colibríes o picaflores, hay otra palabra para denominarlos, la de quinde, derivada del quechua y muy usada en las regiones de la sierra y en los pueblos con gran presencia indígena.
La iniciativa municipal ha sido positiva en este sentido de llevar el arte a las calles, parecería que la decisión es de mantener por un tiempo las esculturas en el lugar de la avenida Naciones Unidas en la que se han erigido, para luego distribuirlas a las diferentes parroquias rurales del cantón Quito.
Creo que, al margen de que el municipio capitalino done obras de arte a las parroquias, que podrían ser otras esculturas de picaflores, sería interesante que los munícipes consideren la iniciativa de dejar permanentemente estas esculturas en donde han sido ubicadas. Es diferente ver una sola escultura de un pájaro en el centro de una plaza, que ver estas decenas de esculturas juntas en un solo tramo de una avenida.
Indudablemente se convertirán en un permanente atractivo turístico para la capital de los ecuatorianos.
ROSALÍA ARTEAGA SERRANO