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¿QUÉ DIRÍA KEMAL?

La Hora

7 de noviembre de 2013

Es la segunda vez que enfoco este tema en uno de mis comentarios periodísticos,  pero no puedo dejar de hacerlo en vista de las circunstancias.  

 

La primera vez fue para mencionar el hecho de que el gobierno turco, el de Erdogán, había "autorizado" a las mujeres funcionarias públicas para que llevaran velo durante su trabajo. En esta ocasión es para llamar la atención sobre el hecho de que por primera vez cuatro diputadas asistirán a las sesiones del Parlamento turco portando el velo. 

 

Estas situaciones que aparecen como pequeñas en un mundo tan convulsionado, son sin embargo indicativas de lo que está pasando en el mundo musulmán, que va extremando posiciones y tomando medidas tan "simples" como "permitir" el uso del velo a las mujeres. 

 

Para mí, ese permiso me suena más a obligación, a compulsión, a imponer reglas de juego en las que están cayendo las mujeres, inclusive las de pensamiento más avanzado, las líderes políticas, las que ejercen vocería y por lo tanto están más visibles. 

 

¿Si esto ocurre con este tipo de mujeres?  ¿Qué estará pasando al interior de los hogares? 

 

Sorprende más aún esto en un país como Turquía, que se ha preciado, desde la revolución de Kemal Ataturk de ser un estado laico, con división y distinción entre la iglesia y el gobierno. 

 

Buena parte de la razón de ser de la revolución de Ataturk tuvo que ver con esa laicidad, con romper las viejas amarras que ataban al antiguo régimen, para introducir a Turquía en la modernidad. La situación de las mujeres no es envidiable, recuerdo aquel impactante libro de Kenizé Mourad, "De parte de la princesa muerta", relatando la situación de las mujeres antes de la revolución. 

 

Qué diría el líder Ataturk si fuera testigo de lo que ocurre ahora con el estado laico turco? Se levantaría de su tumba el líder de los jóvenes turcos que fueron los artífices de la revolución? Sería tan grande el desobligo del estadista Kemal frente a lo que está ocurriendo?

 

Qué lástima que el mundo esté otra vez iniciando una etapa en el que los temas religiosos dividan a la gente, la segreguen. Será que las guerras de religión tocan tambores y campanas a rebato?

 

 

 

ROSALÍA ARTEAGA SERRANO.

 

 

 

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