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PROYECTO DE VIDA

El Tiempo

6 de enero de 2015

 

Cuando uno se pone a pensar en el inicio del año, aparecen tantos buenos propósitos, tantas tareas que se quedaron inconclusas, tantos sueños que no pudieron hacerse realidad, pero al mismo tiempo tantas cosas buenas por las que agradecer y tantas otras maravillosas que podemos emprender.

No importa la edad que se tenga, ni si hace ya tanto rato que abandonamos las aulas escolares que ni recordamos lo que queríamos hacer en esas épocas; siempre es tiempo para repensar la vida, para plantearnos nuevos retos, para realizar aquello que se denomina un "proyecto de vida", si, un proyecto para la vida que tenemos por delante, tampoco es relevante cuánto tiempo, solo sentir que estamos vivos, que tenemos planes, que nos encanta la vida y que hay mucho, hay tanto por hacer.

Quienes están ya retirados, se han alejado del tráfago de la vida laboral, pueden pensar en emprender algo nuevo, algo que les de vitalidad, que les enfrente a retos: escribir un poema? dedicarse a cultivar un jardín? unas macetas? plantar hierbas aromáticas que coloquen fragancias en nuestras vidas, pasear por la ciudad en la que vivimos, recorrer sus calles repletas de cosas nuevas, de caras nuevas, sentarse con un libro en las rodillas calentadas por el sol que se desliza a través de la ventana que se ilumina todos los días.

O si por el contrario, estamos en la etapa productiva, en aquella en la que las horas del día no parecen alcanzar para realizar todas las cosas que queremos, siempre habrá tiempo para hacer un alto pequeño en el camino, para pensar sobre la vida, sobre lo que somos y lo que queremos ser, para regresar a ver a todos los que nos ayudaron a conquistar las metas, para emprender una tarea que no solamente nos provea de beneficios económicos sino que aliente en nosotros el deseo de ser solidarios, de pensar en esos otros que necesitan de una mano extendida, de una oportunidad para brindar nuestra amistad.

Y si estamos en los años en que nos preparamos para "ser", para crecer profesionalmente, para crear emprendimientos nuevos, la oportunidad está siempre marcada, haciendo lo verdaderamente relevante, dejando de lado aquello que no lo es.

Vemos entonces que siempre es factible construir un proyecto de vida, tener alicientes, sonreir frente al futuro, uno que siempre es incierto, sobre todo en los tiempos actuales, pero que al mismo tiempo nos ofrece la maravillosa aventura de la vida, de la solidaridad, de la comprensión y del amor.

 

 

ROSALÍA ARTEAGA SERRANO.

 

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