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CIERRE DE PRISIONES

La Hora

11 de diciembre de 2014

 

Hace unos pocos días una noticia originada en Suecia, vino a llamar nuestra atención, se trataba de la decisión del gobierno de ese país, de cerrar algunas prisiones, cosa que ya lo viene haciendo desde hace un tiempo, el argumento usado es la caída en el número de detenidos que existe en el país nórdico, y que hacen pensar en las razones para que la delincuencia baje, ya que indudablemente lo uno tiene que ver con lo otro.
 
Por supuesto que existen razones que hacen relación a sustanciales bajas en las tasas de criminalidad, así como también otro tipo de modelos, como el rastreo por GPS con un dispositivo colocado en la pierna de quien ha delinquido y tiene una condena en su contra, pero también estos resultados responden al tipo de la sociedad que se ha construido en países que han tratado de acortar la brecha entre pobreza y riqueza extrema, pulsando ese equilibrio haiai arriba y no hacia abajo, como en los países comunistas o populistas estalinistas se ha pretendido.
 
La noticia a la que nos referimos pone de relieve las formas distintas de hacer las cosas en los países, el trabajo en una verdadera reinserción y reeducación de quienes han cometido delitos y han sido sancionados por ello, con penas privativas de la libertad.
 
Si comparamos con lo que está ocurriendo en otros países, sobre todo los Latinoamericanos, nos enfrentamos con realidades totalmente distintas y el incremento en el número de prisiones va paralelo y en ocasiones hasta se queda a la saga al del número de delincuentes que es sancionado con penas de prisión o reclusión.
 
Por supuesto que también los temas que tienen que ver con la pobreza inciden, pero no son los únicos, en la existencia de los delitos, ya que juegan un papel importante también el trabajo en valores que son inculcados por la sociedad, a los principios válidos para todos, sin distingos, a la correlación existente entre lo que se predica y aquello que se practica.
 
Bien que se cierren las prisiones y que el número de delincuentes disminuya.

 

 

ROSALÍA ARTEAGA SERRANO.

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