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PRIMERA MUJER AL FRENTE DE COREA DEL SUR

El Tiempo

26 de febrero de 2013

 

Escribo este artículo desde Seúl, la capital de Corea del Sur, a pocas horas de que por primera vez en este país, una mujer toma posesión como la primera Jefa de Estado.

 

Es interesante ver cómo, poco a poco, los países y continentes van abriéndose a una participación protagónica de la mujer, claro que no sin luchas y tribulaciones, pero la verdad es que cada vez es más frecuente ver a mujeres liderando procesos y, en este caso, países.

 

A esta mujer, Park Geun-hye, el poder no le es extraño, tuvo que asumir las funciones de primera dama, cuando su madre fue asesinada, siendo su padre gobernante de Corea, líder controversial, considerado por unos como el que enrumbó económicamente a su país, pero también hay quien lo califica como dictador, ya que gobernó su país por 18 años con mano de hierro.

 

La nueva Presidenta, soltera y sin hijos, dice que su única preocupación son los ciudadanos de su país, por lo que hay gran expectativa respecto a lo que será su mandato.

 

Corea del Sur, atraviesa una situación difícil, su vecino Corea del Norte, con el que conformaban un solo país, se halla empeñado en desarrollar la energía nuclear con fines bélicos, y eso mantiene en vilo a sus vecinos y a todos los países asiáticos.

 

El tema de la reunificación coreana es uno que siempre está en la agenda de sus mandatarios, pero también hay la espada de Damocles de una guerra que continúa, ya que se habla de zonas desmilitarizadas, de treguas, pero siempre hay gran inquietud por las actitudes y acciones que tome el gobierno no democrático de Corea del Norte.

 

Pese a ello, Corea del Sur y su progresista capital, aparecen como un buen ejemplo a seguir en cuanto a rendimientos económicos, a mejoramiento de calidad de vida de sus habitantes, a la generación de empleo, a inversión en educación, por citar solo lo más relevante.

 

El reto que asume Park Hye-sook es grande, no pueden existir actitudes débiles pero si conciliadoras, si se quiere conservar la paz en esta tierra de gente trabajadora, con valores, respetuosa de los ancianos y llena de espiritualidad.

 

 

ROSALÍA ARTEAGA SERRANO.

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