ÓPTICAS
El Tiempo
2 de marzo de 2013
Las recientes elecciones tratan de ser leídas desde diferentes ópticas, tanto por parte de sectores gobiernistas como desde la oposición; unos hablan de goleadas, otros de palizas, de entierro de determinados sectores políticos, aunque, en política, y esto se ha visto a lo largo de la historia, eso de los entierros está por verse, e inclusive quienes en un momento aparecen como invencibles, luego terminan en situaciones muy difíciles, complicadas, y otros, han salido de la cárcel, vilipendiados, para luego ser reconocidos en sus verdaderas dimensiones.
La historia es verdaderamente rica en ejemplos, pero lo que actualmente se ve, es un triunfalismo que indudablemente se replicará en acciones, con el ejercicio de todos los poderes en unas solas manos.
Parece que los pueblos nos dejamos entusiasmar todavía por la sobreoferta de ilusiones, como que quienes triunfan tienen que ser siempre quienes logran mejor vender las esperanzas, entregar el famoso pan y circo del que se ha hablado desde la época del coliseo.
Es verdad que el país ha gozado de una bonanza económica sin igual, ya que ni siquiera el boom petrolero de los setenta puede igualarse, ni en divisas ni en euforia por los dineros que entran al país. El precio del petróleo ha jugado a favor de los socialismos del siglo XXI que difícilmente habrían tenido sustentabilidad si no fuera por la enorme chequera de la que han estado dotados.
El Ecuador, un país especialmente bendecido por la naturaleza en cuanto a sus recursos naturales, pero que no ha tenido suerte en cuanto a la mayor parte de sus gobernantes, debería aprovechar esta bonanza, no solamente en la realización de obra pública, que por supuesto es necesaria, sino también equilibrar la balanza comercial, dejar de lado los endeudamientos, que a la postre nos pueden resultar carísimos, sobre todo si se pactan con preventa de petróleo y a intereses aún más altos que a la banca internacional a la que tradicionalmente se ha denigrado.
Hay diferentes visores para mirar las acciones y omisiones de un gobierno, lo correcto es tratar de colocarse en un punto medio y ecuánime que arroje verdaderos análisis sobre lo que ocurre en la realidad ecuatoriana.
ROSALÍA ARTEAGA SERRANO.