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NI HIGIÉNICO, NI PERIÓDICO...

La Hora

30 de enero de 2014

Las recientes noticias que vienen de Venezuela son ciertamente desalentadoras: hiperinflación, inseguridad, escasez de productos de primera necesidad: se ha dado en el caso de los huevos, el aceite, el azúcar, la leche, a esta lista que cada vez va haciéndose más larga, se suma la del papel higiénico y otros adminículos de la higiene diaria y también el papel periódico indispensable para la impresión de los diarios.

 

Ciertamente que la situación va escalando y volviéndose insoportable para gran cantidad de ciudadanos del hermano país latinoamericano. Los problemas empezaron ya durante el gobierno de Hugo Chávez, pero van haciéndose más graves en esta época en la que gobierna su sucesor Nicolás Maduro.

 

Inquieta la situación de los amigos venezolanos, que además de sufrir la vida en una sociedad que se siente convulsionada por la violencia y la inseguridad, ahora debe enfrentarse también a la falta de productos importantes para la vida y también a la desinformación que la imposibilidad de circulación de un número importante de periódicos está ocasionando.

 

Son más de diez los periódicos que han tenido que suspender la circulación, conformándose con hacerlo de manera virtual, e inclusive los grandes diarios nacionales se han visto obligados a disminuir el número de páginas, a reducir las secciones frente a las restricciones en la entrega de divisas que sirven para la importación del papel.

 

Qué más tendrán que aguantar los venezolanos? Parece que su vía crucis no tendrá fin. Si por un lado se exhiben estadísticas que los organismos internacionales no tienen forma de comprobar, hablando de adelantos en las políticas sociales, por otro lado la realidad que enfrentan los ciudadanos en su vida diaria es de carencias, peligros e incertidumbres.

 

Sin papel higiénico, sin papel periódico, cada vez más las similitudes con la Cuba castrista se hacen más evidentes y nos preocupan, el modelo no funciona, es necesario repensarlo y encontrar, como latinoamericanos, esa tercera vía de la que se ha hablado en ciertos períodos de la historia, pero que no nos atrevemos a crear.

 

 

 

ROSALÍA ARTEAGA SERRANO.

 

 

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