LOS NUEVOS ENROLADOS
El Tiempo
28 de enero de 2014
Frente a la decisión, alentada por el Ministerio de Educación, de optar por una jubilación anticipada o temprana, por parte de miles de maestros ecuatorianos, se ha realizado una amplia convocatoria por parte del propio ministerio del ramo, para enrolar a jóvenes profesionales como maestros de las diferentes disciplinas que se requieren, tanto para los establecimientos de educación básica como media.
Creo que es una singular oportunidad para estimular vocaciones en jóvenes que tal vez no tenían en la mira o como objetivo de vida, el transformarse en profesores; pensaban probablemente en engrosar la nutrida burocracia o en dedicarse a las llamadas profesiones liberales, mirando como muy tangencial, la opción por ser maestros.
Esta oportunidad que se abre para muchos, sin el requisito previo de ser maestros o haber pasado por las aulas de pedagogía o filosofía, pero que al mismo tiempo contempla la necesidad de capacitarlos en lo que tiene que ver con la docencia, es, como decía al inicio de este comentario, una enorme oportunidad para los profesionales jóvenes, pero también lo es para el propio sistema educativo ecuatoriano, que contará con los mejores profesionales; eso es al menos lo que se ha anunciado; para que dicten clases, para que ejerzan una de las más nobles y sacrificadas misiones como es la de impartir conocimientos a niños y jóvenes, conocimientos que deben estar acompañados por la práctica de valores, por el respeto entre adultos y niños, por el principio de autoridad que no deben dejar de lado o minusvalorar padres y maestros.
Así, serán los químicos, físicos, biólogos, literatos, historiadores, geógrafos, quienes enseñen en las aulas de escuelas y colegios ecuatorianos, De igual manera los expertos en deportes, en arte, en idiomas extranjeros, los lingüistas, quienes entreguen sus conocimientos.
Es necesario recordar que a la par que los conocimientos, debe primar en el maestro una vocación evidente por enseñar, y también conocer las técnicas de la pedagogía, porque no es suficiente saber, hay que saber transmitir, con la paciencia, el amor, la empatía que se requiera.
Si esto es así, si se cumplen todos los requisitos, entonces y sólo entonces, la educación y el país saldrán ganando.
ROSALÍA ARTEAGA SERRANO.