LOS FUNDAMENTALISMOS
El Tiempo
27 de octubre de 2011
Hay tantas noticias de eventos, de actos, de situaciones, de guerras, de fenómenos naturales, que hasta parece que perdiéramos la capacidad de asombrarnos, de condolernos frente a lo que ocurre, frente a las desgracias humanas. Parecería que hay una especie de efecto anestésico que se vuelve generalizado ante la masiva llegada de información que nos hace imposible incluso digerirla.
Pero en medio de toda esa variedad y cantidad de información, hay sin lugar a dudas una que está impactando de manera real a los diversos sectores y personas entre las que me cuento. Se trata de la reciente condena por parte del gobierno iraní, a la actriz Marzie Vafamehr a pena de prisión y a recibir 90 latigazos. El "delito" de la actriz, es precisamente haber actuado en una película, que aparentemente no tenía el permiso de la autoridad, la película lleva por título "Mi Teherán para arrendar".
Al margen de lo que pueda decirse en la película, lo curioso es que se necesite autoridad gubernamental para llevar a cabo un film. Por supuesto que sabemos que en sociedades no democráticas éstas y otras situaciones se presentan como cuotidianas y son acatadas por pueblos sumisos, que tal vez no han conocido otras formas de gobierno.
Subleva el tema de los latigazos, pero también nos preocupan los síntomas de autoritarismo que se viven en determinados países, que si bien no llegan a las exageraciones que hemos comentado, pretenden coartar un sinnúmero de libertades, entre la que se encuentra en primer lugar, la libertad de expresión, una libertad que se ha hecho consustancial al ser humano, y sin la cual uno no puede concebir la vida.
Los totalitarismos, los fanatismos, los fundamentalismos, llevan al ser humano a situaciones límites, inaceptables, nada hay peor que alguien se sienta con una voluntad omnímoda y pretenda que su palabra sea la ley, para cualquier conglomerado humando del que se trate.
ROSALÍA ARTEAGA SERRANO