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LISTA DE AGRAVIOS

El Tiempo

14 de agosto de 2012

 

En los días anteriores, una joven que trabaja conmigo fue agredida en un bus por una persona mayor que se le acercó a pedir indicaciones sobre una dirección, le es difícil recordar mas porque el ataque fue con escopolamina.

 

Unos días atrás, mi hermana menor sufrió un ataque, cuando conducía su vehículo, y en uno de los semáforos, a vista y paciencia de todos, un sujeto rompió con una bujía el vidrio del carro; ventajosamente pudo arrancar y evitar ser robada o secuestrada.

 

Hace ya algunos meses, a un joven amigo le robaron todas sus pertenencias mientras esperaba que le abran la puerta de su domicilio, además le pegaron con la cacha de un revólver en la cabeza, para que ni siquiera se le ocurra protestar. Mi hija y su marido ya perdieron la cuenta de cuantos celulares les robaron en sus viajes por el trole bus o la ecovía de Quito.

 

Esta lista que he colocado al iniciar este comentario, es infelizmente real, no hay nada de ficticio ni de exageración, probablemente no estoy mencionando todos los casos de las personas que en mi entorno han sido víctimas de la delincuencia. Estoy también segura de que cada uno de mis lectores podría confeccionar un listado similar.

 

Lo que les narro es absolutamente espeluznante, refleja el grado de inseguridad total en el que vivimos, el nivel de impasibilidad con el que estamos empezando ya a acostumbrarnos a vivir en este tipo de situaciones y, sobre todo, la incapacidad del gobierno de establecer políticas de seguridad colectiva, que no creen un estado policiario, esa no es la solución, pero que establezcan una justicia que funcione, unos controles de migración más fuertes; el país no puede estar a merced de las mafias internacionales y de los delincuentes que han encontrado fácil instalarse en un país que ni siquiera exigía visa para entrar en él.

 

Cada día empeora la situación y las autoridades deben ser consecuentes con el pueblo que siente que la principal labor de un gobierno es precautelar la situación de sus ciudadanos.

 

 

ROSALÍA ARTEAGA SERRANO.

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