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LAS MUJERES Y EL MUNDIAL

La Hora

17 de julio de 2014

 

A la luz del reciente mundial de fútbol Brasil 2014, que tantas lecturas deja, unas desde el punto de vista de la economía, con un país sede que tiene una enorme deuda social que pagar, con protestas que no han cesado ni durante la realización de los juegos, por parte de sus habitantes insatisfechos con las enormes inversiones realizadas para la construcción de gigantescos estadios que probablemente, en algunos de los casos, no vuelvan a llenarse jamás, mientras sectores extensos de estados menos favorecidos, no cuentan con infraestructura básica, con enormes favelas y asimetrías espantosas.

 

Otros análisis vendrán con seguridad desde la técnica futbolística, en la que unos más sabios que otros, acabarán con las dirigencias y los técnicos y aconsejarán a destiempo lo que debió hacerse.

 

Pero también vale la pena reflexionar sobre los liderazgos de los  países finalistas, es decir de aquellos que jugaron los últimos partidos, de los cuatro, a excepción de Holanda, que hasta hace poco tiempo tuvo una reina querida por sus habitantes, los otros tres, democracias representativas, que eligen a sus gobernantes, están todos ellos gobernados por mujeres.

 

Alemania, una de las más importantes economías del mundo, tiene en la señora Merkel, a una líder ponderada, nada estrepitosa, que ha sabido conducir exitosamente a la denominada locomotora de la Comunidad Europea, en estos períodos de crisis en que varios de los países de la comunidad todavía se debaten en medio del desempleo y la recesión.

 

Argentina, liderado también por otra mujer, la señora Cristina Kirchner, es uno de los países más grandes de Latinoamérica, que no sale de una crisis pronunciada, ha protagonizado una serie de escándalos, ha sido acusada de corrupción, muestra otro tipo de liderazgo, a la sombra de su difunto marido y en la línea de lo que podríamos llamar el neo populismo latinoamericano.

 

Brasil, con Dilma Rousseff, es otro de los liderazgos fuertes en la región, subió al poder de la mano del carismático líder Lula da Silva, quien goza todavía de mucha popularidad. Precisamente, entre otros motivos, la organización del mundial de fútbol, le está costando parte de su electorado, sobre todo con miras a las próximas elecciones en el gigante sudamericano.

 

Como vemos, también los liderazgos femeninos son diversos, cada gobernante le impone su tónica al país, y los lleva por los rumbos del progreso o del desorden.

 

 

ROSALÍA ARTEAGA SERRANO.

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