La primera mujer que ocupó el cargo de Primera Ministra de la Gran Bretaña, Margaret Tatcher, no dejaba a las personas indiferentes. Algunos la exaltaron otros la denigraron. Pero en lo que unos y otros tienen acuerdo es en reconocerle la calidad de estadista a esta mujer, que fue conocida también como la Dama de Hierro.

 

Margaret Tatcher, se encumbra desde un hogar más bien humilde, hasta alcanzar la cima de la política mundial, un título nobiliario y la responsabilidad de guiarle a su país por aguas turbulentas, tomando decisiones que fueron enjuiciadas por duras, pero que posibilitaron la recuperación de la Gran Bretaña y su reinserción en las grandes lides de los países más poderosos del mundo.

 

No todo fue fácil en la vida de Margaret Roberts, la ruptura de tradiciones fue una constante en su carácter batallador. El encumbrarse hasta las más altas esferas del poder, fue una consecución lograda luego de luchas y de sacrificios.

 

La desaparición de esta mujer singular, ha conmovido a los líderes de su partido, pero también a los de la oposición. Se ganó el respeto de todos y eso es un logro importante.

 

Una reciente película trata de captar momentos culminantes de su vida, pero también algo de la cotidianidad de esta gran mujer.

 

Mi homenaje a una vida dedicada a la cristalización de ideales, a su amor por su país, por sus creencias, por sus luchas.

 

Margaret Tatcher simboliza los espacios a los que puede llegar una mujer con tesón y con esfuerzos, al margen de lo que sus críticos puedan decir, es una mujer que se ganó un lugar en la historia.

 

 

 

ROSALÍA ARTEAGA SERRANO.