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¿A dónde van?

La Hora

10 de septiembre de 2015

 

La situación por la que atraviesan cientos de miles de personas que intentan salir de sus lugares de origen, llámense estos Afganistán o Siria, rebasa ya cualquier previsión, y es que ISIS, el desafortunadamente famoso Estado Islámico, con sus secuelas de destrucción, de muerte, hace que gente de todos los sectores, religiones, cultos, estatus social, quieran salir para encontrar refugio en otros países, algunos de los cuales están abriendo sus puertas a esta inmigración masiva.

La decisión de salir de sus hogares, de dejarlo todo atrás y avanzar, caminando, en precarios transportes, cruzando regiones también muchas veces inhóspitas, o arriesgándose en el mar con pequeñas y frágiles embarcaciones u otras mayores, pero excesivamente abarrotadas, llevando a sus pequeños hijos en brazos o agarrados de la mano, haciendo que los ancianos y enfermos se levanten de sus lechos, para emprender el éxodo, es una decisión durísima, que solo la desesperación puede llevar a tomar.

Y adonde huyen los refugiados? a dónde van en búsqueda de esperanza, de días de paz, de tranquilidad? de espacios en los que sus vidas no corran peligro? Están huyendo en su mayor parte hacia países de occidente, donde predomina la economía capitalista, donde se respira libertad, no lo hacen hacia lugares donde prevalecen los regímenes totalitarios, ya que lo que buscan es libertad y no imposiciones o donde los derechos les son conculcados simplemente por practicar otra religión o tener otro sistema de vida.

De tal manera que los tan denostados países capitalistas, son aquellos a los que la gente acude en búsqueda de refugio. En nuestro continente americano, no hemos visto a los estadounidenses huir en búsqueda de seguridad y mejores oportunidades de vida hacia Cuba o Venezuela por ejemplo, y si vemos a muchos haciendo lo contrario, es decir muchos cubanos y venezolanos, así como gente de todos nuestros países, procurar con desesperación el mágico sueño americano.

 

Creo que vale la pena reflexionar sobre estas situaciones, no quiere esto decir que los países occidentales no tienen problemas ni defectos, pero si miramos las cosas en proporción, serán muchos los temas en los que tenemos que pensar cuando emitimos nuestros criterios.

 

 

ROSALÍA ARTEAGA SERRANO.

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