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ERA POSTPETROLERA

El Tiempo

31 de diciembre de 2013

 

Uno de los grandes debates del siglo es el que tiene que ver con el petróleo, no solamente con su precio, que, durante los últimos años ha demostrado subir a niveles que nunca se imaginaron, sino también respecto a la cantidad de reservas existentes, a si va o no a terminarse, a las rutas que siguen los grandes navíos que transportan los cargamentos, a si los países productores se encuentran en situaciones de conflicto y también, sobre todo en la actualidad, a la culpabilidad que demuestran los combustibles fósiles en relación con la producción de los gases de efecto invernadero.
 
Hace unos pocos días, tuve la posibilidad de asistir a un conversatorio en el que se debatieron estos temas, y por supuesto se dieron cifras y datos relativos a las reservas con las que cuenta el país y el mundo, a la evolución de los mercados, a la posibilidad del uso de las energías alternativas, unas viables y otras no, sobre todo en cuanto a costos de producción.
 
Pero, en medio de todo eso, se resaltó el hecho de un nuevo jugador en el escenario mundial y es la utilización del esquisto, un tipo de rocas o arenas con contenidos minerales, que luego de ser procesadas producen gas y petróleo, lo que varía la ubicación de los actores en este juego energético mundial.
 
Estados Unidos, según las apreciaciones de los expertos, está apostándole a la autosuficiencia energética, lo que haría que los precios del petróleo producidos por los países miembros de la OPEP baje, y que la proyecciones respecto de reservas varíen sustancialmente.
 
La dependencia de los Estados Unidos en relación al consumo energético para mantener a flote y boyante su industria, ha sido un factor con el que siempre han contado los países exportadores de petróleo, entre los que se cuenta el nuestro, por lo que los esfuerzos que está haciendo el gigante norteamericano, a los que se suman los de países como Canadá, es un tema que la política hidrocarburífera ecuatoriana no puede perder de vista.
 
Hay quienes están también llamando la atención sobre los costos en salubridad y medio ambiente que la explotación de los esquistos en gran escala están causando, y es un tema de gran relevancia sobre el que habrá que volver para ponderar los análisis y las consecuencias.

 

 

 

ROSALÍA ARTEAGA SERRANO.

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