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EL FIN DE UNA ERA

El Tiempo

1 de octubre de 2012

 

Una reciente noticia, que ha pasado desapercibida en medio de una serie de otras que nos hablan de la campaña electoral en los Estados Unidos y en Venezuela, hace relación a una decisión tomada por el Gobierno de China, de realizar sus transacciones petroleras, sobre todo las adquisiciones, en yuanes.

 

Esa medida aparece corroborada por el gobierno ruso, principal proveedor de China en los asuntos petroleros.

 

El volumen de las transacciones que se efectuarán, la dimensión de los colosos que están inmersos en ellas, el abandono por la primera vez de la moneda norteamericana, pueden ser indicadores muy claros, que junto a otros, nos dicen de la llegada del fin de una era y el comienzo de otra claramente marcada por la hegemonía de la gran potencia que emerge y que puede cambiar todo el equilibrio mundial.

 

Las transacciones que dejarán de lado al dólar, indudablemente, nos indican que el volumen de los dólares en el mercado mundial, podría empezar a decaer.

 

La verdad es que esta noticia aparentemente sin trascendencia, puede cambiar no solo la percepción sino también los parámetros de negociación global, ya que una potencia como China indudablemente ejercerá presión para que también otros países cambien la moneda transaccional global del dólar al Yuan.

 

Si a esto  se suma toda la cadena de situaciones desfavorables que ha tenido que enfrentar el gobierno norteamericano, podemos asistir al cambio de una era.

 

No se sabe todavía si será el Yuan la moneda con la que tendremos que negociar internacionalmente o un euro recompuesto, o el Yen japonés, o alguna otra moneda que se le ocurra a alguno de los líderes emergentes.

 

Claro que el cambio no se sentirá inmediatamente, pero es cierto que ya no vivimos los alegres tiempos en los que la hegemonía del dólar era muy clara, lo que nos indica que los tiempos cambian y que los vientos están soplando desde otras direcciones.

 

 

 

ROSALÍA ARTEAGA SERRANO.

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