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EL VOTO DE ECUADOR POR COREA

El Tiempo

1 de diciembre de 2014

 

Un muy triste papel el desempeñado por nuestro país en el debate y votación respecto del tema de Corea del Norte, cuando aliado a países que han sido poco dados a tratar los temas de los derechos humanos, se sumó a ese grupo de países que trataron de eximir a Corea del Norte de la posibilidad de que su política sobre los derechos humanos vaya a la Corte Penal Internacional.
 
La evidencia de las violaciones a los derechos humanos por parte de la dictadura hereditaria de Pyongyang, es dejada de lado por regímenes como los de China, Rusia, Cuba, Venezuela, Bielorusia, Irán y Ecuador, lo que sienta un pésimo precedente por el desconocimiento de las atroces situaciones que se han vivido en este país y que han demostrado como la vida y la muerte están en manos del dictador Kim-Jong-un, quien, luego de heredar el poder luego de la muerte de su padre, se ha dedicado a lanzar una serie de bravuconadas hacia occidente y también en contra de sus vecinos los coreanos del Sur.
 
A este dictador y a sus secuaces no les importa dedicar el presupuesto del estado a la compra de armas o a satisfacer los lujos de una casta dominante, a costillas de un pueblo que carece de los más elementales servicios, que vive aterrorizado bajo la bota de este siniestro personaje y de su séquito.
 
Los informes de Naciones Unidas no dejan lugar para la duda, el régimen norcoreano es un violador de los derechos humanos, y por ello debe responder internacionalmente. Los testimonios que revelan quienes escapan de esta especie de cárcel nacional en la que se ha convertido el país entero, son absolutamente reveladores de lo que ocurre al interior, en el que quienes más sufren son precisamente los habitantes del país.
 
Cómo hacer oídos sordos frente a lo que ocurre? Como hemos escogido situarnos junto a varios países que también han sufrido serios cuestionamientos en relación al tratamiento de las libertades y de los derechos ciudadanos? Porqué el gobierno ecuatoriano, tratando de hacer gala de no alineamiento frente a lo que hacen Estados Unidos y los países europeos, escoge esta vía que no puede llevarnos a buen fin?.
 
Son muchas las interrogantes, pero la preocupación subsiste, por las implicaciones internacionales que ello puede traer, pero sobre todo por el malestar interno que genera, entre la gente que no actúa con un sentido político, sino en  base al sentido común y a la coherencia con los ideales que se persiguen.

 

 

ROSALÍA ARTEAGA SERRANO.

 

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