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¿QUÉ HACER ANTE EL ÉBOLA?

El Tiempo

14 de octubre de 2014

 

Este fin de semana pasado, hablando con mi padre, médico, pero sobre todo un hombre siempre actualizado y preocupado por el destino de la humanidad, tocamos el tema de la terrible enfermedad que está asolando a diversos pueblos, fundamentalmente del África, el conocido como el mal de Ébola, precisamente lleva este nombre por la zona en la que originariamente apareció, por los años 70, a orillas del río Ébola, en Zaire.

 

Esta enfermedad, que tiene varias versiones, se llaman serotipos, todas surgidas en el África Subsahariana, logra una gran rapidez en su diseminación, ya son miles de muertes las registradas. La transmisión se realiza a través de las secreciones de los enfermos, por lo que, sobre todo en situaciones de precariedad en la atención de salud, el tema se vuelve terriblemente complicado.

 

Qué hacer ante esta plaga del siglo XXI?, hemos visto ya los contagios en enfermeros y en personas que tratan a los pacientes del Ébola, y por otro lado, se anuncia  el envío de parte de los Estados Unidos de un contingente de al menos 3.000 personas para ayudar a los países africanos. El gran interrogante surge en qué van a hacer ahí estos soldados, estas personas que envía con la mejor de las buenas voluntades el Presidente Obama, si todavía no se ha descubierto la vacuna, si los  medicamentos se muestran poco efectivos; no será más bien una medida que traiga terribles consecuencias, cuando estos jóvenes que colaboran en el tratamiento de los enfermos regresen a sus lugares de origen, tal vez algunos de ellos contagiados por este virus terrible que ocasiona la muerte en porcentajes tan altos como el 50% y el 95%, según lo registran las autoridades de la salud.

 

No será mejor volcar recursos y esfuerzos en la consecución de una vacuna que limite la extensión del virus? Porqué no encargar a personalidades como al colombiano Manuel E. Patarroyo la dirección de equipos que trabajen aceleradamente en la creación de una vacuna efectiva, y pensar en equipos poli-funcionales que, en diversos lugares del planeta, le den prioridad a este tema, tal vez crucial para la humanidad.

 

La preocupación que compartimos con mi padre, y con todas las personas que le prestamos atención a la temática de la salud y a casos particulares como esta pandemia, tiene que ver con las decisiones que las grandes potencias tomen en este mundo caracterizado por la globalización, por las consecuencias que una decisión no acertada, le pueda traer al planeta.

 

Aparecen ya los casos en otros continentes: América del Norte, Europa; el liderazgo de la Organización Mundial de la Salud debe hacerse presente a la hora de tomar medidas que beneficien a los sectores directamente afectados, pero también a la humanidad en su conjunto.

 

 

 

 

ROSALÍA ARTEAGA SERRANO.

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