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DRAMA DEL AGUA DE ESMERALDAS

La Hora

18 de junio de 2015

 

Esmeraldas es una de aquellas provincias que quita el aliento por su belleza, que encanta por la amabilidad de su gente, que fascina por su música, sus bailes, su oferta gastrónomica, pero también tiene carencias que se arrastran desde antaño y que no han logrado ser superadas pese a los años de administración nacional de la revolución ciudadana.

Y es que el problema fundamental, en cuanto a infraestructura básica se refiere, es la carencia de agua potable, agua de calidad para ser consumida por una población que sufre con infinita paciencia, la carencia de este líquido vital.

Es un problema que, al no haber sido solucionado por las autoridades locales, que en ello tienen por supuesto gran responsabilidad, debe asumirse desde la centralidad del poder, que aporte con los recursos pero también con el seguimiento oportuno para que finalmente Esmeraldas solucione su problema mayor.

Estos días en que he tenido la oportunidad de recorrer una parte de esta provincia, gracias a la invitación para participar en los eventos de poesía de Paralelo Cero, he constatado la situación desesperante en lugares como el centro educativo Nelson Estupiñán Bass de Tonsupa, donde los baños de los estudiantes carecen de agua, lo he visto también en restaurantes en dicha playa o en los de Camarones, pero también en el centro de Esmeraldas, donde sus moradores tienen agua solo unos días a la semana y el resto del tiempo deben almacenarla en depósitos o comprarla a tanqueros para disponer de este líquido sin el cual no es posible la vida.

Cómo es posible que ya avanzado el siglo XXI, una ciudad y una provincia tan importante como Esmeraldas tengan problemas tan serios para el abastecimiento del agua? Hay incuria?, incapacidad en la administración?, manejos económicos inadecuados?. En todo caso, la población es la que sufre, la que día a día experimenta las incomodidades y las carencias. Es hora te tomar en serio el tema del agua potable para Esmeraldas.

 

 

ROSALÍA ARTEAGA SERRANO.

 

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