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LA CULTURA DEL DESPERDICIO

La Hora

26 de febrero de 2015

 

Los cambios que se producen en el clima del mundo, apuntan la responsabilidad al mal manejo que hacemos de los recursos naturales, es decir la culpa es humana, y si bien los acusados son en gran medida los combustibles fósiles, sin embargo, mucho tiene que ver esta responsabilidad con el desperdicio que en todos los lugares del mundo se hace de los diversos elementos que están a nuestro alrededor o a los que tenemos acceso.

Así, si hacemos una especie de examen de conciencia, veremos cómo la culpabilidad apunta hacia nosotros mismos en nuestro diario vivir. Empezando por la cantidad de comida sobrante en cada mesa, por el hecho de que se cocina o sirve más de la cuenta y buena parte de lo que se coloca en el plato o queda en las ollas, se bota, así como por la cantidad de basura que generamos y que podría canalizarse hacia procesos de reciclaje de manera sistemática y organizada.

Un ejemplo de lo que ocurre, se visibiliza cuando la gente se traslada a las playas, como seguramente lo constataron muchos durante el reciente feriado de carnaval. La mirada a las playas más concurridas arroja un deprimente resultado: allí reposan en amasijo, botellas plásticas, envases de todo tipo, restos de comida, pañales desechables, latas, papeles, servilletas, las omnipresentes fundas plásticas y un interminable etcétera que nos deja realmente admirados.

No existe la costumbre de recoger y llevarse la basura que nosotros mismos generamos, para conducirlas al depósito más cercano, y si este no existe, a la casa en la que nos alojamos, para disponer de mejor manera la basura.

Qué lejos estamos de aquellos países en donde ya es inconcebible no reciclar la basura, disponerla en depósitos separados, lo que permite no solo quitar esa mala imagen que afecta tanto a nuestros sectores turísticos, sino también generar recursos a través del reciclaje.

Mucho tiene que ver en esto el tema de la educación, una que debe forjarse en la casa, continuarse en la escuela y ponerla en práctica la vida entera, en cualquier circunstancia en la que nos encontremos.

 

 

ROSALÍA ARTEAGA SERRANO.

 

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