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EL PEOR DESASTRE ECOLÓGICO

El Tiempo

14 de julio de 2015

 

En medio de la celebrada visita papal a Latinoamérica, y con el constante ir y venir de las noticias, parece que no hemos dimensionado adecuadamente, lo que significó un reciente desastre ocurrido en la vecina Colombia, cuando las FARC atacaron el oleoducto colombiano y derramaron más de 400.000 galones de crudo en la zona del río Mira, y luego se vio como ese petróleo iba al océano, con la consiguiente contaminación y daños irreparables causados a hábitats marino costeros, a incontables especies, y por supuesto también a los seres humanos.

Solo después de 18 días, los habitantes de la zona de Tumaco, ubicada justo al frente de Esmeraldas, volvieron a tener el servicio de agua potable o apta para el consumo humanos, superando con inusitada paciencia las consecuencias del ataque que mencionamos.

Se dice que el desastre ambiental es el más grave ocurrido en los últimos 10 años en la vecina república de Colombia. Y qué ironía pensar en que es el mismo grupo atacante, causante de esta tragedia, el que mantiene a sus delegados en la mesa de negociaciones con el gobierno colombiano, hablando de ceses unilaterales del fuego, pero por otro lado, tomando ventaja de poblaciones civiles indefensas, a quines se les hace un daño mayúsculo.

Si bien somos amigos del diálogo, y pensamos que muchas controversias pueden ser superadas si es que hay buena voluntad de todos los actores involucrados en un problema, también es necesario reconocer que no hay coherencia entre lo que dicen los delegados de las FARC dedicados a una especie de política de dilación, y por otra los encargados de producir estos atentados, estas voladuras de oleoductos y derrame de petróleo en zonas ecológicamente sensibles.

Qué buena fe se puede esgrimir por parte de quienes violan acuerdos, y producen un daño tan irreparable en las costas y en el mar, como restablecer la confianza mutua en un proceso tan largo y tan delicado?

Considero que los diálogos deben tener interlocutores válidos, que el gobierno colombiano debe demostrarse firme  al momento de reclamar por el cumplimiento de compromisos, pero también es importante que nosotros como ecuatorianos, estemos alerta de procesos que involucran la seguridad y el bienestar de todos quienes vivimos en el estado ecuatoriano.

 

 

ROSALÍA ARTEAGA SERRANO.

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