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DEBEMOS SER EFECTIVOS

La Hora

Abril-2016

 

Frente a la adversidad que el fenómeno telúrico desató en tantos hogares ecuatorianos, en la individualidad de las personas, pero también en el colectivo del país, que se sintió vulnerado, que retrocedió en vialidad y en la prestación de servicios básicos; frente al drama de las pérdidas de vidas humanas, de los heridos que requieren atención urgente, es necesario actuar con celeridad pero también con prudencia, con equilibrio, tratando de evitar la concentración de ayuda en un solo punto o en un exclusivo frente determinado, para atender la diversidad de demandas que se presentan en una situación como la que en la actualidad vive el Ecuador.

 

Lo lógico sería establecer diferentes frentes de acción, que garanticen la eficiencia en la prestación de la ayuda. Enfocarse primero en los rescates, para asegurar que no se quede nadie atrapado entre las ruinas de edificaciones que se cayeron, luego vendrá la dolorosa tarea de enterrar a las víctimas fatales, sin dejar de pensar en la provisión de agua segura, de alimentos adecuados, de albergues, de ropa, de medicinas que ayuden a prevenir las dolencias que suelen venir aparejadas a este tipo de catástrofes.

 

Es importante coordinar y canalizar la cooperación internacional, para que ésta sea más eficiente, para que las donaciones no se pierdan, para que efectivamente llegue a quienes más lo requieren, priorizando, evitando el despilfarro, cuidando de igual manera la buena distribución y el orden.

 

La labor de fuerzas armadas, de la policía, es muy importante para restablecer el orden, pero también lo es la de la sociedad civil, que siempre suele ser la mejor recolectora y canalizadora de las donaciones, de los aportes a los damnificados.

 

El estado de shock en el que pueden caer las víctimas que han sido testigos de muerte, del temor, debe considerarse, cuando se determine las listas de profesionales, de expertos que deben dedicarse a cada área, por ello, las tareas de coordinación se imponen, porque la magnitud de la catástrofe es tal que si no se actúa de esta manera, los resultados serán muy otros a los esperados.

 

Que no ocurra como en otras latitudes, tal vez Haití es un buen ejemplo, para ilustrar la ineficiencia de la llegada de la cooperación internacional

 

ROSALÍA ARTEAGA SERRANO.

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