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EL AFFAIRE ASSANGE

La Hora

22 de agosto de 2012

En estos últimos días, parece que todo en el Ecuador gira en torno al hacker acusado de delitos sexuales que se refugió en la embajada ecuatoriana en Londres.

 

Los noticieros están llenos de alusiones al respecto, se habla en los corrillos sobre él, e inclusive las reuniones de organismos multiregionales han tenido como objetivo único en sus reuniones el tema del famoso Assange, de nacionalidad australiana, indagado en Suecia por acoso sexual, con problemas en Inglaterra, incómodo para varios países por la penetración en sus cuentas electrónicas y archivos digitales, por revelar la forma en que opera su diplomacia. 

 

En este tiempo en el que lo mediático tiene tanta importancia, parecería que el objetivo principal de un gobernante que se apresta a incursionar en un proceso reeleccionario era conseguir una gran visibilidad a nivel mundial, una presencia que se trasluce en titulares, en reportajes, en alusiones y hasta en chistes y caricaturas que se ven en el mundo entero.

 

Claro que no se menciona solo al presidente sino también al país de procedencia del mismo, es decir a nuestro Ecuador, lo que habría que preguntar es si a los ecuatorianos nos gusta esta exposición mediática y por un tema que está en discusión; al menos no a todos, de eso estoy segura, le agrada este tipo de publicidad. Claro que es muy diferente cuando nuestra selección de fútbol clasifica para un mundial, cuando tenemos un buen desempeño olímpico como el que recientemente aportó el deportista Quiñonez o cuando hay algo de lo que debemos enorgullecernos en diferentes ámbitos.

 

Qué consigue el país, además de lo mencionado? Absolutamente nada, o tal vez peor que nada, el colocarnos en una posición difícil frente a países como El Reino Unido, Suecia y los Estados Unidos, países aludidos en la declaración cancilleresca, en relación a las dudas que el gobierno ecuatoriano manifiesta respecto de la aplicación de su justicia?. Situaciones incómodas desde el punto de vista diplomático-político?. Enfriamiento de relaciones comerciales?. En fin, tener un huésped incómodo por no sé cuanto tiempo en una embajada ecuatoriana, puede, además de ser costoso, crear conflictos donde no debía haberlos.

 

 

ROSALÍA ARTEAGA SERRANO.

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