LAS PREGUNTAS QUE DEBEMOS...
La Hora
6 de febrero del 2014
Cuando se avecinan las elecciones y nos encontramos en período pre electoral, vale la pena que cada uno de nosotros, votantes, hagamos un análisis y busquemos las respuestas que seguramente nos planteamos a la hora de elegir a las nuevas autoridades.
En este caso, lo que elegiremos el próximo 23 de febrero son autoridades seccionales: prefectos, alcaldes, concejales, vocales de juntas parroquiales. Todos ellos están en relación directa con nuestro convivir diario, con el día a día de lo que ocurre en sus respectivas circunscripciones territoriales, con las necesidades palpables por parte de los habitantes, desde la provisión de agua potable, el recogido de la basura, lo que ocurre en las escuelas, la preservación del patrimonio, los espacios culturales, el cuidado del ambiente, los impuestos que tienen que ver con sus casas y un largo listado de requerimientos, de necesidades, de aspiraciones, de anhelos.
Por ello se vuelven tan importantes esas autoridades que ahora nos toca elegir, porque son quienes están más cercanos en la solución de los problemas cuotidianos, porque los conocemos más de cerca, en algunos casos son nuestros propios vecinos.
En este sentido, las preguntas que debemos hacernos son las que apuntan a saber si los candidatos con los que podemos identificarnos son quienes van a satisfacer esos requerimientos de sus conciudadanos, si van a enfrentar con ética los compromisos que asumieron en las campañas electorales, si su práctica y ejercicio anteriores justifican que les demos una nueva oportunidad, si la novelería de lo nuevo empaña nuestro juicio a la hora de decidir, o si las experiencias vividas son suficientemente buenas como para que gocen de nuestro favor electoral.
Al acercarnos a las urnas, son estos los considerandos que debemos hacernos, como en una especie de confesión íntima en la que ponemos por delante el bien común, la necesidad de satisfacciones colectivas, la premisa de saber que estamos votando por el futuro.
ROSALÍA ARTEAGA SERRANO.